Durante un tiempo me lastimado frecuentemente como resultado de mi falta de armonía emocional. Finalmente, El momento crucial llegó cuando me rompí el cuello del fémur. De pronto había sido despojada de mi independencia y forzada a pedir ayuda, lo que me era sumamente difícil tolerar. Toda mi independencia se ha convertido en depencencia. Mientras intento aceptar esto, con mi herida y la frustración de no saber qué hacer con todo esto, me doy cuenta que todos los acontecimientos difíciles y dolorosos de mi pasado estan regresando para recordarme que puedo seguir, que esto no debe afectarme de forma negativa.
Me he sentido emocionalmente confusa. No se con qué lidiar primero.
El permitirme pedir ayuda y tener a alguien que me preste su tiempo, que se centre en ayudarme con mis dificultades del día a día, es algo extraño para mí. Es la primera vez que me permito utilizar tiempo para ayudarme a mí misma, sin la rotura no lo hubiera sido posible.
Con el tiempo doy cuenta que, para encontrar satisfacción en mi trabajo o cualquier aspecto de mi vida, necesito trabajar con los acontecimientos y traumas personales.
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